Foto bajada de http://www.flickr.com
Investigadores descubrieron en el gusano Caenorhabditis elegans que al envejecer había cambios en la actividad de 1.200 genes, de los cuales algunos se habían activado y otros silenciado. Muchos de estos genes estaban controlados por el factor de trascripción elt3, conocido por estar relacionado con el desarrollo de la piel y los intestinos del nematodo.